Temporada de patos

¿Cuándo fue la última vez que te quedaste sin luz en tu casa? En mi caso no recuerdo. Ya tiene varios años de eso. Últimamente que se vaya la luz ya no es tan común. Necesitamos la luz para trabajar, para el internet y en la noche para no estar a oscuras. Las calles necesitan estar iluminadas. Los hospitales necesitan la luz en la sala de operaciones. Veinte años atrás o cuando era niño, quedarse sin luz era un poco mas habitual. En ese caso no se podía ver la televisión. Si la luz se iba en la noche, la tarea la terminabas a la luz de las velas. Los tiempos cambiaron que ahora no tener luz significa atrasarse en el trabajo, en las tareas o aburrirse porque no podemos ver televisión, alguna película en la computadora o jugar videojuegos.

Flama y Moko son amigos. Todos los domingos se la pasan jugando videojuegos. Rita es vecina de Flama. Ulises es un repartidor de pizzas en Telepizza, tu pizza siempre amiga. Veamos de que se trata todo esto.

Domingo 11:00 am

La mamá de Flama se está despidiendo de él. Le da la bendición y un par de indicaciones. Le deja dinero para una pizza y dos refrescos. Los chavos se cercioran de que ya se ha ido y festejan. Se sirven dos vasos de refresco y empiezan a jugar Halo. Alguien llama a la puerta. Es la vecina, Rita. Quiere usar el horno por 15 minutos ya que el de su casa se descompuso. Flama le dice que no está su mamá y Rita vuelve a tocar. Flama la deja entrar pidiéndole que cierre con seguro. Mientras los muchachos juegan se va la luz. No saben que hacer. Deciden pedir la pizza de una vez y cuentan el tiempo. Ulises recibe el pedido y sale de inmediato. Cuando llega a Tlatelolco busca el edificio Niños Héroes. Una vez que está ahí se apresura ya que tiene que irse por las escaleras. Al llegar, toca y entrega todo. Moko y Flama agradecen la entrega y cierran la puerta. Ulises los detiene pidiendo el pago. Le dicen que llegó 11 segundos tarde. El repartidor argumenta que llego 30 minutos exactos. Al no haber un adulto en la casa, Ulises se sienta en el suelo. No se va hasta que le paguen. En eso llega la luz y a Moko se le ocurre hacer una apuesta con el repartidor. Lo retan a jugar un videojuego de futbol. El que gane se queda con todo. Acepta. Flama es el encargado de jugar. Rita le pide a Moko que ponga 20 minutos en su cronometro. Cuando el partido está empatado y están en tiempo extra, el Manchester United, equipo de Flama y Moko, hace un tiro a puerta que va a entrar y… se va la luz. Discuten sobre el asunto y no se ponen de acuerdo. Rita saca su pastel del horno y le reclama a Moko, él se defiende diciendo que la alarma no sonó. Ahora tiene que ayudar a Rita a hacer otro pastel que no les queda bien y deciden hacer brownies. Ulises le cobra a Flama y este le da el dinero y lo deja caer al suelo. Cuando se agacha a recoger el dinero Flama hace un sonido. Ulises se levanta enojado y empuja a Flama. Este se corta con un objeto. Ulises se arrepiente y le empieza a contar su vida mientras recoge el objeto roto. Decide dejar el dinero y la pizza. En la cocina Rita y Moko platican. Ulises cura a Flama y se comen la pizza. Cuando Moko se da cuenta le reclama y Flama le dice que le preparará un sándwich. Ahí ve todo el tiradero de Rita y la corre de su casa. Es mi cumpleaños, le dice ella. A Flama no le importa. Aun así, le cantan las mañanitas y se comen los brownies si saber que tienen mariguana.



En la introducción a este blog menciono que espero algún día hacer una película. Temporada de patos tiene mucho que ver en esto. Las primeras veces que la vi dije: yo quiero hacer algo así. Y durante mucho tiempo pensé en escribir un guion muy similar al de Temporada de patos. No puedo explicar exactamente por que me gusta esta historia. Quizá, como en el amor, se trata de lo que me hace sentir. Tengo algo de Rita, de Moko de Flama y de Ulises. Todos nos hemos sentido alguna vez encerrados, oprimidos y lo único que queremos es libertad. Un domingo común se convierte en un espejo para cada uno de los protagonistas. Me gusta lo que hace Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro. Sin embargo, mi director mexicano favorito es Fernando Eimbcke. “No me gusta repartir pizza, pero como dice mi tía Lucha Elena: las oportunidades en la vida son como los tiros que tiene una escopeta. Y yo ya me gasté los míos.”

 

Calificación: 10


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