Pienso en el final (I'm thinking of ending things)

Pensar es algo que hacemos todos los días. Pensamos en nuestras actividades, en lo que hicimos ayer y en lo que haremos mañana. Pensamos en asuntos del trabajo y cuestiones familiares. Pensamos en cosas personales y problemas sentimentales. Pensamos en la vida, en el amor y en la muerte. ¿Habrá vida después de morir? ¿Existe la reencarnación? Pensar es algo inevitable. Como también lo es la muerte. No sabemos cuántos años viviremos. No sabemos cómo vamos a morir. No sabemos nada de la muerte, solo que algún día llegará.

Lucy espera a su novio Jake. Lo acompañará a casa de sus padres. El pasa por ella. Lucy se pregunta si es buena idea ir ya que no tiene mucho tiempo de conocer a Jake y no piensa casarse con él. En el camino platican de varias cosas. Lucy se centra en sus pensamientos y en ocasiones Jake le pregunta en que piensa. Esta nevando. Lucy tiene que regresar a casa en la noche, tiene trabajo por hacer. El camino parece interminable hasta que por fin llegan. Al bajar alguien los saluda desde la ventana del segundo piso. Jake le pide a Lucy que lo acompañe a la granja antes de entrar a la casa. A Jake le gusta estirar las piernas después de un viaje. Tras un pequeño paseo entran a la casa y esperan a los papás de Jake. Parece que no hay nadie. Jake les habla a sus padres y nadie contesta. Después de insistir se oye una voz diciendo que no tardan en bajar. Lucy y Jake platican y ven un poco la casa. Parece que en cualquier momento algo raro o malo pasará y… no pasa nada. Finalmente, los padres de Jake bajan y pasan a la mesa a cenar. La platica gira en torno a lo que Lucy hace, como conoció a Jake y algunas otras cosas. Es aquí donde se mezclan los tiempos. Pasado, presente y futuro. Lucy y Jake regresan a casa y en el camino compran helado que no prueban y Jake busca un basurero para tirarlo. Baja del coche y al regresar besa a Lucy y ve o siente que alguien los observa. Se vuelve a bajar del auto y entra a su escuela. Lucy baja del auto, pero al querer entrar de nuevo porque hace frio no puede. No le queda más opción que buscar a Jake.

No le entendí del todo. Eso no quiere decir que no me gustó. Hay varias escenas que me recordaron a Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Y la escena final me recordó a El resplandor de Kubrick. Esta película es ideal para que al terminar de verla puedas comentarla con alguien más. Intercambiar impresiones y puntos de vista. Y de esta manera valorarla más. Quizá tendría la misma opinión o una mejor. Recomiendo Pienso en el final si buscas algo reflexivo, filosófico o si eres seguidor del trabajo de Charlie Kaufman. Si no conoces lo que ha hecho, ¿Quieres ser John Malkovich? El ladrón de orquídeas y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos son opciones para empezar. Claro que no hay reglas que seguir en el orden de ver una u otra y quizá esta cinta te lleve a descubrir las otras. 


Calificación: 8.5

 

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