Greyhound: en la mira del enemigo (Greyhound)
Un motivo. Un objetivo. Algo.
Alguien. Muchas veces necesitamos eso para seguir en la vida. Si perdemos el
rumbo perdemos todo, aunque a veces para encontrarse hay que perderse. Lo que
quiero decir y de lo que quiero hablar es que muchas veces hacemos las cosas
por alguien. Y muchas cosas existen por esa razón. Quizá no hagamos un
monumento, una obra cinematográfica, literaria, la vacuna contra una enfermedad
o un descubrimiento importante en el mundo de la ciencia. Quizá ese algo que
hacemos por alguien simplemente se remite a ir todos los días al trabajo para
ganarse el pan por esa persona. Quizá nuestras batallas o nuestros motivos no
sean tan épicos y espectaculares. Simplemente existen y nos dan una razón para
seguir.
El comandante Ernest Krause se
reúne con Evelyn en vísperas de navidad. Hablan sobre su futuro, pero ella
espera que todo este horror pase. Le lleva un regalo y se despiden. Meses después
el comandante Krause está en el océano atlántico al mando del USS Keeling con
el nombre en código Greyhound. Se despierta, reza y vemos un barco en
miniatura, unas pantuflas y una imagen religiosa. Su misión es escoltar barcos
que suministran material de guerra a Gran Bretaña. Durante unos días se ve
obligado a viajar sin apoyo aéreo, momento en el cual es acosado por una flota
de U-Boots. Es aquí cuando comienza la acción.
Tal vez no es una de las mejores
películas de guerra, pero si es emocionante y entretenida. Ideal para pasar un
buen rato y estar con los nervios al no saber qué es lo que va a suceder. ¿Lo
lograran? Es la pregunta que constantemente pensaba. Buen filme. Te mantiene
atento. Mas en las partes tensas de la historia. Me gustó y la recomiendo.
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