Palmer
La vida no viene con instrucciones.
No es fácil vivir. No importa si estamos hablando de la vida adulta o la niñez.
¿Cuestión de suerte? Puede ser. Aun así, la vida es increíble, llena de
momentos maravillosos. Solo necesitamos a nuestra familia, principios y valores.
Lo demás viene por añadidura. La cuestión esta en que la vida puede ponernos
pruebas. A veces no son pruebas, son cosas que suceden y ya. Uno puede tomarlas
como pruebas o como castigos. Es inevitable cometer errores. Lo malo es cuando
esos errores traen consecuencias que no prevenimos o que no creímos que
pasaran. Pagamos las consecuencias y asumimos nuestros errores.
Uno no elige en donde nacer,
quienes son nuestros padres, que vida vamos a vivir. Hay una corriente de
pensamiento que dice lo contrario. Puede ser. No voy a entrar en esos detalles
y en esas discusiones. Hay niños que crecen en una familia normal. Muchos no
conocen esta suerte. Se encuentran con violencia física y emocional. Padres que
se están divorciando o en el peor de los casos, están huérfanos y buscan como
seguir en esta vida. Son cosas tristes que pasan en este mundo.
Eddie Palmer regresa a casa de
su abuela después de estar en prisión. Vivian lo recibe con cariño. Junto a
ellos vive Shelly y su hijo Sam quien pasa bastante tiempo con Vivian que lo
trata mejor que su mamá. Palmer busca empleo y encuentra uno en la escuela a la
que va Sam. Un día mientras Palmer y Sam están en casa, descubren que Vivian ha
muerto. Como si eso no fuera suficiente Shelly le pide a Palmer que lo cuide
unos días. Esos días se convierten en semanas. Palmer quiere dejar a Sam, pero
se arrepiente. Entablan una buera relación de amistad que también incluye a la
maestra Maggie. Todo iba bien hasta que Shelly regresa por su hijo.
Esta historia no pasó por mi
intelecto. Fue directo a mi alma y mi corazón. Es una bonita película que se
desarrolla en situaciones complicadas. Tan parecido a la vida. Me gustó. La recomiendo.
No pude contener mis emociones en distintos momentos de la cinta. El acabose
llego al final con Redemption de Nathaniel Rateliff. No todo es reír y desconectarse
del mundo. A veces es necesario que se remuevan nuestras emociones. Darnos cuenta
de que somos humanos.
Calificación: 9.5
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