Raya y el último dragón
Utopía. Que la humanidad viva
en completa armonía. Eso es una utopía porque los años pasan y seguimos
teniendo los mismos problemas originados por la envidia y el poder.
Desconfiamos de unos y otros. Creemos que lo que quieren es dañarnos, hacernos
mal. Nos peleamos por el más mínimo pretexto. Parece cuento de nunca acabar.
Aunque mucha gente lleva una doctrina contraria a lo que digo aún falta mucho
por hacer y avanzar a esa idea de vivir en equilibrio y paz. Por lo pronto
sigue siendo una utopía. Probablemente estemos cada día más cerca de llegar a
vivir tal vez no en armonía, pero sí algo parecido.
Kumandra era una próspera
tierra donde vivían dragones y humanos hasta que fue atacada por los Druun, espíritus
malignos que petrifican a humanos y dragones por igual. Los dragones concentran
su magia en una gema que le dan a Sisu. De esta manera acaba con los Druun y
las personas petrificadas reviven. Sin embargo, los dragones continúan igual y Sisu
desaparece. Se cree que vive escondido en un río. 500 años después el jefe Benja
de la tierra Corazón entrena a su hija Raya para proteger la gema. Benja reúne
a las demás tierras: Cola, Garra, Columna y Colmillo. Esto con la firme
intención de que puedan volver a ser lo que eran antes. Raya se hace amiga de Namaari,
la princesa de la tierra Colmillo. Se caen bien y tienen muchas cosas en común.
Raya le muestra la gema creyendo que es su amiga y ella solo avisa a su tribu. Todos
se reúnen en el lugar en donde está la gema y en el intento por hacerse de ella
se rompe. Esto hace que los Druun aparezcan de nuevo y petrifiquen a todos a su
paso. Benja logra salvar a su hija. Seis años después Raya está en la tierra de
Cola. Robó un mapa y ha visitado cada río tratando de encontrar a Sisu. Este es
el último. Esta es su última esperanza.
No sé si el objetivo es mostrarles
a los niños cómo es el mundo de los adultos. De alguna manera funciona bien
para que sepan lo que pasa sí desconfían de los demás o confían en exceso. Ambas
cosas están aquí. Además, es entretenida, divertida y con una lección, mensaje o
moraleja. El término que prefieras. Ideal para toda la familia, en especial
para los niños y por qué no, para los adultos. Para que reflexionemos el mundo
que estamos dejando a las futuras generaciones.
Calificación: 9
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