Un padre no tan padre

Identifico tres tipos de papás. Aquellos que son buena onda con sus hijos. Más que papás son amigos de los niños, los complacen fácilmente y no quieren verlos sufrir. Los segundos también son buena onda y ponen límites claros a la vez. Tratan de educarlos de manera equilibrada. No son el enemigo ni tampoco el papá que les va a decir sí a todo. Por último, están los padres que nadie quiere tener. Estrictos, tiranos, parece que no tienen sentimientos. Las cosas se hacen si él dice. En los últimos años este tipo de papá se ve poco. En el México del siglo XX era muy común encontrarlo. Los tiempos y la vida cambian para bien y para mal.

Don Servando Manuel Guadalupe Villegas de la Garza es grosero. Vive en un asilo de ancianos y debido a su mal comportamiento que se junta con un problema con los pagos, don Servando tiene que salir de ahí. Su hijo Francisco va a buscarlo. En el camino Francisco le explica a su hijo René que lo mejor hubiera sido que él no conociera a su abuelo. Francisco recoge a su papá porque es el único que tenía espacio en su casa. Una vez instalados en el auto don Servando se entera que su hijo no terminó la Universidad y que vive en San Miguel de Allende, Guanajuato. Lo peor para él es que no está casado con Alma y no viven solos, comparten la casa con otras personas. Don Servando se va a tener que acostumbrar a una pareja gay, un par de ancianos como él, una chica y su hermano que consume mariguana.

Un padre no tan padre me sorprendió. Gran actuación de Héctor Bonilla en el papel de don Servando. El resto del elenco lo hace bien. Don Servando representa ese México conservador llegando a vivir a un hogar liberal. Un choque de dos mundos. Esta película si la siento mexicana y la siento actual. Me hizo recordar mi infancia que es donde más escuchaba que si uno no se cortaba el cabello, en la noche, mientras uno dormía, nos iban a cortar el pelo para que esto nos obligara a cortarnos el cabello de manera correcta. Esto sucede aquí. Un padre no tan padre es una buena historia que se disfruta. Cuando creí que todo el cine comercial hecho en México estaba cortado con la misma tijera encontré esta cinta que vale mucho la pena.

Calificación: 9