El planeta del tesoro

“Soy la pregunta del millón, siempre la interrogación. No respondas que sí porque sí.”

Inseguridad. Miedo. No somos capaces. Hay personas mejores. ¿Para qué intentarlo? No vamos a cambiar el mundo. Nada bueno podemos aportar. Luego, surgen las redes sociales. Y empezamos a compartir nuestra vida. Y entonces nos damos cuenta. No estamos solos. Lo que pensamos, lo que sentimos, no es muy diferente de lo que piensan los demás. Vivan en donde vivan. Vengan de donde vengan. Ellos también tienen miedo. Ellos también tienen inseguridad. Ellos también no creen ser capaces de lograrlo. “La hierba parece más verde al otro lado de la valla…, pero desde ambos lados.” Este no es un texto de superación personal o algo así. Lo único que quiero decir es que cada camino es distinto. Y que con un poco de confianza podemos conseguir nuestros objetivos. Y claro, no es como en las películas. Esto no quiere decir que no se puede. Se puede. Claro que sí.

“Jamás, ya me vas a conocer, niño y hombre puedo ser. No me uses y apartes de ti.”



Jim Hawkins disfruta de dormir tarde leyendo las historias del capitán Flint. Su mamá lo insta a dormir, pero él lo convence de seguir leyendo y ella continua la lectura. Años después. Jim es un joven rebelde y problemático. Constantemente se mete en problemas y esta a punto de ir a una correccional. La mamá batalla mucho con su hijo. Una nave se estrella cerca del lugar. Jim acude a ver la nave y encuentra a Billy Bones a quien auxilia. Este le da una esfera y le pide que tenga cuidado con el cyborg. En la posada se encuentra el Dr. Delbert Doppler, Jim y su mamá. En eso llega otra nave que ataca la casa y ellos logran huir y refugiarse en casa del Dr. Delbert. Jim manipula la esfera y se da cuenta que es un mapa. El mapa del capitán Flint. El Dr. Delbert esta interesado en ir a buscar el tesoro y le dice a la mamá de Jim que tal vez es lo que necesite su hijo. De esta manera emprenden el viaje en un barco comandado por la capitán Amelia y una tripulación de dudosa reputación.

“Y yo sólo quiero ser real y sentir el mundo igual que los otros, por ellos, por mí.” 



Muchas veces nos gusta tal o cual película por los sentimientos que nos movió. Esto puede ser mas determinante que la fotografía o el guion. Lo que nos hizo sentir por encima de que tan buena o qué lugar ocupará en la historia del cine. Nos identificamos con el protagonista o con alguno de sus personajes. El planeta del tesoro es divertida, emocionante, llena de aventuras y con momentos conmovedores. Recomendada para niños y adolescentes. O para los padres que tienen que ver la película con sus hijos. Los demás, como yo, la vemos a edad adulta porque aun vive en nosotros el niño o adolescente que alguna vez la vio.  

Calificación: 10 



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