Dulce familia

Las apariencias engañan. Es verdad. Creer algo y en realidad no es lo que creemos. En donde no nos engaña es en el aspecto físico de la persona. Alguien delgado es delgado. Alguien gordo es gordo. En lo que debemos de tener cuidado es en que no sabemos porque esta así. Puede ser una enfermedad. Puede ser algo genético. Lo que sea. Y sea cual sea la razón, se debe tener cuidado con las palabras. No sabemos si esa persona esta feliz con su aspecto. Quizá el sobrepeso que tiene la hace sentir incomoda (o incomodo) cada que le dicen gorda o (gordo). No sabemos lo que piensa, no sabemos lo que siente. Seamos empáticos.

Verónica, una actriz que quiere verse mas joven de lo que en realidad es. Tiene tres hijas. Barbara, su consentida y quien se encarga de sus dietas. Alejandra, diseñadora y tiene una hija, Juanita. Y Tami que tiene una pastelería. Su novio Beto le acaba de pedir matrimonio y esta feliz. En el cumpleaños de su mamá, Tami le recuerda que le hizo una promesa cuando era niña. El vestido de novia que ella usó. Se lo prueba y no le queda. Su mamá promete prestárselo solo si Tami baja de peso. El objetivo de Tami es usar ese vestido en su boda.

Bonita, entretenida, ideal para pasar un buen rato en familia, con la pareja o solo. Vanessa Díaz hace muy bien el papel de Juana. Es todo. Lo diré así. Puedo hacer dos listas de películas mexicanas. En la primera están las cintas que son muy buenas. En la segunda lista están las demás, las que son del montón. Este filme va directo a la segunda lista. Y si de algo me he dado cuenta es que las películas mexicanas no son malas en fotografía, edición, vestuario. El problema radica en las actuaciones y en el guion. Dulce familia es meramente comercial y de esta manera debe verse para no generarse expectativas de más.

Calificación: 6.5

 

 


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