Nudo mixteco
Dejar el lugar que nos vio
nacer porque no hay dinero o porque hay algo que queremos dejar atrás, pensando
que de esta manera quedará en el olvido. Probablemente nunca regresemos. Quizá
tarde o temprano volvemos a nuestro lugar de origen. La nostalgia se hará
presente. Recorres las calles, los lugares, reconocer a las personas, recordar
el motivo que hizo que dejaras el lugar donde viviste. ¿Encontraras todo
cambiado? ¿Encontraras todo casi igual?
María regresa justo en
vísperas de la fiesta patronal de San Mateo. Su mamá ha muerto y su papá no quiere
verla ni en pintura. Se reencuentra con un viejo amor de juventud. Esteban
vuelve al pueblo después de algunos años de estar trabajando fuera del país.
Cuando regresa, su esposa Chabela ya se juntó con otro hombre. Toña trabaja en
la ciudad de México y tiene que volver porque a su hija algo le pasa. Cuando le
pregunta que tiene, ella le responde de manera que le hace ver que su pregunta
esta de más. María, Esteban y Toña regresan en el mismo autobús.
Situada en la mixteca
oaxaqueña, es una historia que bien pudo suceder en cualquier parte del país.
Duele la realidad, dice una canción de Control Machete. La verdad es que la
realidad duele, pero también nos regala momentos felices. La cuestión aquí es
que muchas veces preferimos ver algo bonito, algo entretenido, algo que nos
haga olvidar el mundo. Sin embargo, también hay opciones que nos recuerdan que
no todo esta bien, que hay muchas cosas por cambiar, que mucha gente sufre y no
nos damos cuenta. Nudo mixteco nos invita a ser empáticos y si, al final nos
deja un nudo en la garganta, en la mente, en el alma y en el corazón. Porque la
realidad duele. Dicen que hay que reconocer los problemas para poder
cambiarlos. Aquí por lo menos los vemos a los ojos.
Calificación: 9
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