Alguien tiene que ceder (Something's gotta give)
Dicen que el amor no tiene
edad. Si un hombre joven se enamora de una mujer mayor quizá es porque busca
una mamá. O tal vez no. Sí un hombre mayor anda con una mujer joven ahí no hay
mucho cuestionamiento de la sociedad. Durante muchos años las mujeres se
casaban con hombres mucho mayores que ellas. De alguna manera esta bien visto.
Lo contrario no. Ahora mucho se habla de sugar daddy y sugar mommy. Solo que
aquí nada tiene que ver con el amor. De hecho, el amor parece ser un
sentimiento en peligro de extinción.
Harry Sanborn solo sale con
mujeres jóvenes. Marin, su pareja actual, y él van a pasar unos días en la
playa. Son sorprendidos por Erica y Zoe, mamá y tía de Marin, respectivamente.
Después de platicar, deciden compartir la casa. Sin embargo, Harry tiene un
infarto y lo llevan al hospital. Es atendido por el doctor Julian quien es un
gran admirador de Erica. Cuando creen que Harry esta fuera de peligro, sufre
una recaída. Como él no quiere quedarse en el hospital, Marin le ofrece su
casa. Lo malo es que quien va a cuidarlo es su mamá. Erica no tiene entre sus
planes cuidar a alguien porque lo que a ella le interesa es terminar de
escribir su novela. Además, Harry no le cae bien. Mientras que Erica y Harry
empiezan a conocerse mejor, el doctor Julian pretende a Erica y Marin decide
terminar su relación con Harry.
Una bonita historia y cursi a
la vez. En lo personal hubiera preferido otro final. Sin embargo, el final que
tiene, además de romántico y cursi, es bonito. Alguien tiene que ceder nos dice
que no hay edad para enamorarse, que si no hemos encontrado el amor es porque
hemos estado yendo en la dirección contraria todo este tiempo. Buenas
actuaciones, buena historia y un toque de romanticismo si lo que quieres es ver
y creer en el amor.
Calificación: 8.5
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