El futbol o yo

Hay más mesas de análisis de futbol que de política. Algo así dijo Héctor Huerta. Y es que sí. Hay futbol por todas partes. Antes, cuando no había internet, solo veíamos el futbol local y el mundial cada 4 años. De lo demás sabíamos por el periódico, la radio o las noticias en televisión. Ahora podemos ver la liga de casi cualquier país. El futbol de barrio de la ciudad de México, de Veracruz o de Oaxaca que se transmite por alguna red social o directo de internet. Hay futbol en la mañana, en la tarde o en la noche. Cuando es el mundial de clubes ya sea porque apoyamos al equipo o porque simplemente queremos ver un partido, nos despertamos a las cinco de la mañana a ver el juego. Hacemos análisis, decimos que tal o cual jugador no debería jugar. Nos enojamos con el jugador o el técnico porque no saben lo que hacen. Sufrimos, lloramos, nos enojamos. Todo por el bendito/maldito futbol.

Pedro es un fanático del futbol. No conforme con ir a un partido, va a dos juegos de fut el mismo día. Enciende la tele para ver el juego sin importar que esta en una comida familiar. Programa un partido de futbol en la madrugada para ver la liga de un país que esta al otro lado del mundo. Pedro está casado con Verónica y tienen dos hijas. Pierde su trabajo porque se la pasa viendo partidos de futbol en horas de oficina. Ahora ese no es su único problema, Verónica le pide que atienda su adicción al futbol. Que elija entre ella y el futbol.

Nada mal. Una buena historia que el único defecto que le encuentro es que nunca me parece que el protagonista tenga un problema de adicción con el futbol. Al menos esa es mi interpretación. Si, pierde el trabajo y a su familia, pero no me parece convincente el vicio del futbol. Por todo lo demás, es una buena película que se disfruta de principio a fin.

Calificación: 8


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Familia de medianoche

La historia de los Beastie Boys (Beastie boys story)

Greyhound: en la mira del enemigo (Greyhound)