Licorice Pizza

La juventud es la mejor época de la vida. Todos queremos volver a ella, vivir y revivir esos momentos porque la vida adulta es otro boleto. Claro que la gente mayor dice que alguien es joven a los 40 años. Y cuando escribí juventud estaba pensando en esa edad que oscila entre los 15 y los 25. Salir a jugar con los amigos, hacer la tarea de la escuela, tener vacaciones en el verano. Todo depende del lugar y las condiciones que nos toquen vivir. Juventud, divino tesoro.

Gary va a tomarse la foto escolar. Alana ofrece espejo y un peine para quien lo necesite antes de pasar con el fotógrafo. Gary se pone a platicar con Alana y se enamora de ella. Gary es actor, invita a Alana en una ocasión y ahí conoce a Lance, otro actor. Gary y Alana tienen diferentes edades. Ella es más grande. Por esta razón Alana evita un poco a Gary y empieza a salir con el otro chico. Sin embargo, después de un primer disgusto, los protagonistas vuelven a encontrarse y ponen un negocio. Empiezan a vender camas de agua.

Una comedia romántica poco o nada convencional. Lo que parecía ser un telenovelon digno del canal de las estrellas poco a poco se va convirtiendo en una herida, un mal sabor de boca, un romance adolescente o juvenil que sale mal. Esta historia, ubicada en los años setenta nos muestra el modo de vivir de aquella época, concretamente de San Fernando, California. Con una banda sonora agradable, nos adentramos en las vivencias de este par de jóvenes. Por momentos hay tensión como si estuviéramos viendo una película de suspenso. Por momentos hay amor, mucho amor. Bastante recomendable. Mas si te gusta el trabajo de Paul Thomas Anderson.

Calificación: 8.5


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