No manches Frida 2
Equivocarse es fácil. A veces los errores se reparan de forma sencilla. A veces no. Requieren tiempo y esfuerzo para enmendarlos. En otras ocasiones ya no se puede. Lo hecho, hecho esta. En el deporte es fácil observarlos. Pondré de ejemplo el futbol. Un portero no puede cometer errores. De lo contrario puede ser equivalente a un gol en contra. En el caso de un guardameta, los pequeños errores son regalar un tiro de esquina, despejar mal un balón, no agarrarlo a la primera poniendo nerviosos a sus compañeros y a los aficionados, pero recuperar el control del esférico unos segundos después. Los grandes errores son atajar mal el balón que se incrusta al fondo de la red. Salir mal y dejar la portería descubierta para que el rival meta gol sin dificultades. Cometer una falta que se traduce en tarjeta roja y penal. Enredarse con el balón o cederlo al rival. Meter autogol. En la vida puede ser un poco mas complejo detectar los errores. Vaya, a veces ni cuenta nos damos. Ezequiel Alcántara ...